Podríamos dárnoslas de listos e inventar una historia enrevesada, llena de giros melodramáticos y detalles inverosímiles. Pero lo cierto es que la de Termos La Campera es una historia sencilla de contar. Pero tiene su punto, ¿eh? Ahí va:
Llevamos toda nuestra vida en un pequeño y bonito pueblo de la provincia de Jaén, cerquita también de Córdoba, llamado Porcuna. ¿Y de qué presumimos por aquí? Pues de nuestra riqueza arqueológica, del poeta y filósofo Juan del Valle y Caviedes, de María Bellido -heroína en la batalla de Bailén- y, para sorpresa de nadie, de nuestros numerosos y fantásticos campos de olivos.
Y es en este humilde lugar, tan arraigado a la tierra y a la gente del campo, donde germinó la semilla que dio lugar a Termos La Campera. Todo gracias al padre de Victoria, un buen hombre que tuvo una gran idea. Tras dedicar toda su carrera profesional al aislamiento térmico, a comienzos de los 2000 se dio cuenta de las dificultades de los trabajadores para hidratarse correctamente en las calurosas jornadas de trabajo. ¿Podría crear una solución?
Una botella que en realidad son dos: una blanca (interior) y otra verde (exterior) cuya unión permite mantener la temperatura del líquido que contiene a pesar del transcurso de las horas. Es decir, un envase que conserva el calor y -mucho más importante en estas latitudes- la frescura del agua que beben los currantes a lo largo de su peoná. O lo que es lo mismo: agua fría todo el día.
Así que ése y no otro es el motivo de la existencia de Termos La Campera: refrescar a los trabajadores del campo para hacer más llevadera su jornada. Cuidar de las personas que cuidan la tierra. Hidratar a quienes nos entregan el fruto de la Agricultura.
En Porcuna y otros pueblos de los alrededores. ¿Por qué nadie lo había inventado antes? Lo importante es que a partir de entonces nos convertimos en parte del paisaje habitual de los campos jienenses: el olivo, el trabajador y su Termo La Campera.
Desde aquellos orígenes humildes, la empresa fue creciendo, tanto en su estructura como en la variedad de productos y accesorios a disposición del público. Durante un tiempo vendimos únicamente de forma directa, después también a través de terceros, y hace unos años dimos el salto al comercio online para llegar a cualquier lugar.
Un proveedor frecuente para muchas empresas y particulares. También de fanáticos del deporte o de la práctica del senderismo, devotos del Camino del Rocío, o personas a quienes simplemente les gusta hidratarse cuando están fuera de casa.
Pero, por encima de todo, somos la botella de agua de los que saben: la gente del campo.
Bienvenidos a Termos La Campera.
Vale, sabes que quieres adquirir uno de los Termos La Campera (quizá incluso una cantidad ingente que nos haga inmensamente ricos), pero quizá te ronda alguna duda por esa bonita cabeza. Pues para eso estamos también, ¡así que dispara sin miedo esas preguntas!
